¿Estás preparado para viajar en el tiempo? Cierra los ojos. Nos vamos juntos a 1910. Nos espera Don Manuel Velázquez Cabrera. ¿Sabes quién es? A él le debemos las salinas de El Carmen tal y como las conocemos hoy. Fue el encargado de conservarlas y renovarlas para que hoy podamos mostrarlas al mundo desde Fuerteventura. Antes de que comenzara las obras de ampliación se encontraban prácticamente abandonadas, con infraestructuras bastantes anticuadas (su origen data de finales del siglo XVIII). Ahora que sabes quién es, qué mejor anfitrión para descubrir las salinas, ¿verdad?
¿Estás listo para recorrer nuestro museo? Lo primero que te vas a encontrar es la casa de Don Manuel a través de la que irás descubriendo en cada una de las estancias un retazo de historia de nuestras salinas. ¿Te contamos un secreto? Hasta que Don Manuel se hizo cargo de ellas no se las conocía con el nombre de El Carmen. Se llamaban de Hondurilla o de la Torre. Decidió cambiarlo y ponerle el de su mujer, que además coincide que es el de la patrona de los marineros… Curiosia casualidad, ¿verdad? Y es que sin la fuerza de nuestro mar, sin el poder de su espuma, no estaríamos hablando de las salinas. A diferencia de lo que ocurre en otras instalaciones donde el agua se bombea o se deja pasar a través de canales, en El Carmen el viento golpea las olas y el impacto forma la espuma que es donde se concentra más sal. Por eso es única. Nuestra sal tiene una calidad altísima y es rica en oligoelementos. ¿Quieres probarla? En nuestro museo, puedes.
Pero no queremos contarte todo en este post. Te invitamos a que vengas a conocernos y que disfrutes de el mundo salinero en nuestra tierra. Además, hemos guardado lo mejor para el final. ¿Sabes que puedes ser salinero por un día? Es una experiencia que no vas a olvidar. En nuestro museo te damos la oportunidad de tocar la sal con tus manos, aprender a utilizar las herramientas del salinero, y conocer a fondo todo el proceso desde que la sal llega a nuestras costas con la fuerza del mar. ¡Seguro que no te lo quieres perder! Si aún no tienes decidido tu próximo destino vacacional, te proponemos un plan que no vas a poder rechazar. ¡Te esperamos, salinero!