UN POCO DE HISTORIA…

 

¿Estás pensando en visitar Fuerteventura? Si es así, no puedes perderte el Museo de las Salinas del Carmen. ¿Sabías que son las salinas más antiguas de Fuerteventura y las únicas que continúan en funcionamiento? Hoy hacemos un repaso por su historia para que conozcáis algunos datos y curiosidades.

1770 El nuevo señor territorial, Don Francisco Bautista de Lugo y Saavedra, comienza la construcción de las primeras salinas de Fuerteventura en el término de la Hondurilla. Esto origina un ruidoso pleito que durará años entre el señor territorial y don Juan Fernando del Castillo Olivares, presunto dueño de dicha tierra.

La Audiencia de Sevilla, en 1786, desestima la apelación del supuesto propietario del terreno y se permite el inicio de las obras para la creación de las salinas.

1807 Para probar la titularidad familiar sobre estos terrenos, doña María Antonia del Castillo presenta ante el Cabildo de Fuerteventura un mapa de las salinas de la Torre, nombre con el que se conocían estas salinas por entonces.

La producción de las salinas alcanzaba por entonces unas 2.240 fanegas de sal anuales.

1901 La familia Velázquez Cabrera posee ya una décima parte de las salinas, adquirida en 1896 a la viuda de don Antonio González Bautista y Benítez de Lugo.

Sin embargo, las instalaciones están en desuso, lo que lleva a un estado arruinado que desaprovecha el gran potencial de estas salinas, como lamenta el periódico semanal majorero “La Aurora”

1904 Don Manuel Velázquez Cabrera recibe como donación de sus tíos la décima parte de las Salinas de la Hondurilla.

Este célebre personaje conocido como el abogado de Tiscamanita, tuvo un papel muy importante en esta explotación, aunque hoy es recordado y homenajeado por su empeño en la organización de los Cabildos como los conocemos hoy en día, otorgando a las Islas Canarias la importancia que se merecen dentro del gobierno de España.

1905 Don Manuel Velázquez Cabrera adquiere por completo las salinas de la Hondurilla y comienza entonces las obras de mejora de las instalaciones para explotarlas al máximo.

Se cree que fue idea del abogado de Tiscamanita rebautizar la explotación de la Hondurilla como las Salinas del Carmen, nombre de su esposa, con la que tuvo ocho hijos.

1905 Don Manuel Velázquez Cabrera vive con su familia en Gran Canaria, lejos de poder gestionar diariamente los trabajos en las salinas. Por eso decide nombrar a una persona responsable de la producción: Juan Grande D. Blas Sánchez. Ambos acuerdan que la vivienda del salinero se sitúe en las instalaciones, y así será durante tres generaciones más.

1916 A pesar de un viaje a Madrid para buscar cura para una fuerte neumonía, don Manuel Velázquez Cabrera fallece el 19 de diciembre en una habitación del Hotel Universal. Nombra a su heredero Don Ginés Velázquez García, para que continúe con la gestión de las salinas del Carmen, pidiendo que mantenga las instalaciones a cargo del salinero Juan Grande D.Blas Sánchez y su yerno, Don Felipe Gil González.

2002 Tras la muerte de Manuel Velázquez Cabrera, las salinas han ido pasando por diversas manos, deteriorándose con el tiempo, hasta que el Cabildo puso en marcha el plan de rehabilitación en 1995.

Debido a su valor histórico, etnográfico, ecológico y ambiental, han sido declaradas Bien de Interés Cultural en 2002

2018 El Museo de las Salinas del Carmen reabre al público con la voluntad de poner en valor la historia de estas salinas y la peculiaridad de su sal de espuma, que vuelve a estar en explotación buscando la máxima calidad.

Ahora que ya conoces su historia, te invitamos a visitar nuestras instalaciones y seguir descubriendo todos sus secretos. Recuerda, que los miércoles y viernes a las 12,30 h puedes disfrutar de una visita guiada. ¡Te esperamos!

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